Cronología de la Guerra del Ahorcado. Parte I


Querido y respetado Morion, colega y camarada de la célebre ciudad vecina de Quivira.
Ante las persistentes y redundantes dudas que de cuando en cuando afloran en tu correspondencia con mi humilde persona en torno al conflicto que sacudió a nuestra bella ciudad de Daedalus hace unos meses, he decidido, no sin algo de reticencia debido a la pluma que lo escribe, el enviarte fragmentos de un artículo de un reputado historiador. Aunque odiado por mi parte, he de reconocer que a pesar de que su estudio es algo parcial, es sin embargo el más acertado que se ha creado en nuestra urbe sobre este conflicto.

Adso Correti, primer escriba del glorioso y único Gremio de Mercaderes de Daedalus.

Del sangriento conflicto que embargó a la ciudad de Daedalus y que supuso la caída de la cruel casa Comecarne, así como también innecesarios y despiadados asesinatos. O la Guerra de los Ahorcados.

(…) Los potentados de los Comecarne argumentaron, no sin algo de razón hemos de decir, que los aranceles impuestos en las piedras de viaje que conectan las ciudades hermanas de Quivira, Babel y Daedalus por el Gremio se tornaron excesivos. Si bien esta maniobra comercial quedó en entredicho para buena parte de la población y para el propio Consejo, el Dux Marconato decidió que cada caravana que saliera de la ciudad habría de ser acompañada también por un agente del Gremio de Mercaderes. Estas medidas fueron posterior y tardíamente retiradas, y sin embargo, la semilla del conflicto fue sembrada, sin evitar las disputas y el mal que ya comenzaban a cernirse sobre nuestra ciudad.

Este ejercicio de soberbia por parte del Gremio agrió las relaciones entre los grupos de trabajadores propios y de los Comecarne. Además, las seis semanas de negociaciones entre todos los grupos acabaron infructuosamente en gran parte gracias a la enorme animosidad que la mayoría se profesaban mutuamente. Como es conocido por la mayor parte del pueblo llano, fue en uno de esos enfrentamientos entre humildes trabajadores donde se inició la parte bélica del conflicto, pues en un fuerte arranque de violencia nocturna, algo regada por vapores alcohólicos, un grupo de estibadores del Gremio y otro de la casa Comecarne llegaron a las manos, con la mala fortuna de que dos asalariados de la casa Comecarne fallecieron. Muchos afirman que este suceso fue el casus belli aunque otros reclaman que fue el incendio posterior de la casa de negocios “Puerto” del Gremio que se saldó con la agónica muerte de tres miembros principales de los mercaderes. No ha lugar a decir que según con quién se hable la culpabilidad y el inicio del conflicto es culpa del otro.

Los días de anarquía y caos que siguieron no fueron aplacados por la tibia aplicación de la Guardia en los muelles, y los seguidores de una u otra facción se organizaron militarmente para defenderse de las agresiones de los otros, sin ninguna coherencia ni dirección, dando lugar a crudos conflictos guerrilleros en esos barrios. La quema de sedes y los asesinatos nocturnos crecen exponencialmente hasta el punto en el que los representantes de los Comecarne rompen unilateralmente las negociaciones por inspiración de su líder Lord Ravenous Comecarne. Relacionado con este hecho, el Lord Comecarne y su primogénito Lord Tenderton ordenan personalmente el asesinato de varios líderes y artífices del Gremio. Aunque en este punto nuestras fuentes se limitan a testimonios orales, los consideramos tan fidedignos como para asegurar históricamente estas acciones criminales por parte de este ilustre casa, pues algunas de nuestras fuentes fueron testigos directos de las palabras dadas.

Después de estos gravísimos incidentes, sobre los cuales la Casa Comecarne no llegó a pronunciarse nunca oficialmente, la casa gobernante de los Fae anuncia sanciones ante las flagrantes e impunes actividades delictivas de los Comecarne. Es en este punto cuando la Guardia, liderada al fin por Marius Keenan, toma militarmente las calles para evitar los choques armados entre milicias. Ante esta acción de gobierno, los Comecarne deciden crear una milicia de luchadores profesionales, sacados de sus casas así como de algún pequeño grupo de mercenarios. Por ello, cierran su barrio, Soma Superior, a cal y canto asemejándolo a una fortaleza dentro de la propia ciudad.

Así pasó que el Gremio, ante el cariz que estaban tomando las hostilidades, contrata a la famosa, cruel, pragmática y carísima compañía mercenaria extranjera del Perro Negro. Este acto le iba a traer muchos problemas internos al Dux Doménico Marconato, pero se reafirmó en su posición apoyándose en el cada vez más infructuoso conflicto militar. El Consejo Fae, que ve que su ciudad se convierte poco a poco en una zona de guerra, censura este acto, pero el Dux lo justifica ante la evidente derrota que llamaba a la puerta de su ilustre casa. Aumentando el aislamiento de los gobernantes Fae, el Salón Luz Fúnebre, casa que agrupa a la mayor parte de no-muertos de la ciudad, declara su barrio, Tártaro, zona neutral, y amenazan con la muerte a cualquiera que osase cometer un acto hostil en su tierra.

Ante el fuerte castigo que las sedes gremiales están sufriendo, la Casa Fae envía un emisario, la doncella Ailbhe Slive de la Corte de la Primavera para negociar una tregua. Ella se iba a convertir en una de las principales protagonistas del conflicto… muy a pesar de todos. Desde que entró en el barrio Comecarne hasta que salió de él, no pasaron más de dos horas. No es nuestro lugar el hacer especulaciones, y por tanto, no las haremos. Dos horas después de entrar en el barrio con su pequeña escolta, apareció sola, fuera del barrio, colgada en una farola de la antigua Plaza de las Gárgolas, sin más herida que la que la mató. (…)

Y esta es la primera parte de la llamada Guerra de los Ahorcados de Correti. En mi próxima misiva os enviaré la segunda parte de la historia de nuestra gloriosa ciudad, pues el tamaño y el tedio lo hace recomendable. Un afectuoso abrazo.

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